Lo prometido es deuda. Soy muy fan de la colección que Alber Elbaz ha diseñado para Lanvin esta primavera. Qué viva el lamé, el satén, el lúrex y los brocados en manos de este genio. Además, los complementos siguen la tónica de la colección anterior en la que los collares gritaban Help!, Happy!, Hot y alguna chorrada más. Joyas de gran tamaño y materiales brillantes y pesados. Qué viva el barroquismo gratuito también.
Los bolsos imitan bolsas de basura deluxe con cadena incluida.
Aquí la joya es el vestido en sí.
¡Feliz sábado!