Me gusta Elie Saab (Beirut, 1964) porque no engaña a nadie, ni se pierde al intentar reinventarse. Se repite continuamente y todas sus colecciones parecen iguales. Pero ninguna colección de nadie se parece a una de Elie Saab. No hay nada como ser el mejor en algo. Me ha parecido oportuno reseñar esta porque nunca había aparecido en mamaisproud y su trabajo cumple nuestra premisa fundamental: es tan bonito que podría explotar. ¿Por qué esta en concreto? Porque me hizo gracia que sonara Nirvana durante el desfile, por las coronas doradas de aspecto bizantino y porque decidió echar la vista hacia atrás inspirándose en sus primeras colecciones de los noventa. También destacaría la importancia (sutil) que le otorga a los hombros con mangas farol, estructuras armadas, capas o apliques de visón teñidos de colores pastel. Por lo demás, todo igual. Vestidos de ensueño con todo el encaje y el tul que cae en sus manos; y bordados con cuentas y lentejuelas que explican por sí mismos lo que significa ‘Alta Costura’.
Karlie Kloss fotografiada por Patrick Demarchelier.
Liza Ostanina fotografiada por Arno Frugier.
Imágenes de Vogue Runway y Pinterest.