
Todo en la vida es una gran mentira. Lynn – interpretada por Vicky Krieps – lo tiene claro. Le encanta limpiar y lo hace compulsivamente. Lo mejor de limpiar es que siempre se vuelve a ensuciar. Una afición infinita en el tiempo que se puede disfrutar a solas. Un par de días a la semana trabaja como limpiadora en el Hotel Eden. Además de dar rienda suelta a su hobby, se distrae vistiéndose con la ropa de los huéspedes y toqueteando sus cosas. Imaginándose sus vidas. A veces las deja más limpias de lo que las encuentra.
Cuando no puede más con el aburrimiento que tiene, se acuesta con su jefe. Una persona tan insulsa como ella o más que no frena el acoso. Lynn también se mete debajo de la cama de los clientes del hotel y les espía. Con el tiempo perfecciona su técnica. Le gusta aprender cosas nuevas como que las parejas no se despiertan con un beso, sino diciéndose que les huele el aliento. […]
Este es un extracto de mi review de cine sobre la película alemana ‘La camarera Lynn’, publicada originalmente en El cine en la sombra. Puedes continuar leyéndola en su web.